Nicaragua 2011

Yo había estado en el 2000 y me encantó y era un país que siempre recordé con mucho cariño y quería repetir, así que volví, esta vez con Jose, en el 2011, a él también le gustó mucho, porque además de ser un país precioso que tiene muchísimo: montañas, selva, dos mares, el Caribe y el pacífico, volcanes, lagos, su gente es encantadora y además no hay mucho turismo. Creo que lo peor de Nicaragua es la comida, siempre, para el desayuno, la comida o la cena el plato principal es el gallopinto (arroz con frijoles negros), que aunque me gusta, a todas horas cansa, sobretodo cuando te lo ponen recalentado que está seco y es un engrudo, pero hay otras cosas ricas como los pescados y por ejemplo el rondón.

Este fue nuestro recorrido desde el 8 de noviembre hasta el 14 de diciembre de 2011 (total: 37 días)

8/11: salimos de Asturias, vuelo a Madrid, vuelo a Miami y otro a Managua
9/11: desde Managua a Matagalpa
10/11: a Jinotega
11/11: a Somoto
12/11: a León
13/11: León
14/11: a las Peñitas
15/11: Las Peñitas
16/11: de Las Peñitas, a León, a Managua y a Granada
17/11: Granada
18/11: Granada
19/11: de Granada a Rivas y barco desde San Jorge a Altagracia, en Ometepe
20/11: Santo Domingo (Ometepe)
21/11: ferry de noche desde Ometepe a San Carlos
22/11: barco a Solentiname, a la isla de San Fernando
23/11: Solentiname
24/11: Solentiname
25/11:  barco a San Carlos y otro barco a El Castillo
26/11: El Castillo
27/11: barco desde el castillo a San Carlos y bus hasta El Rama
28/11: barco desde El Rama hasta Bluefields
29/11: Bluefields
30/11: Bluefields
1/12: avioneta de Bluefields a Las Islas del Maíz
2/12:  Islas del Maíz, barco de la isla grande a la pequeña
3/12: Little Corn Island
4/12: Little Corn Island
5/12: de la isla pequeña a la isla grande
6/12: avioneta de Corn Island a Managua y bus a San Juan
7/12:  San Juan
8/12: San Juan
9/12: San Juan
10/12: San Juan
11/12: de San Juan a Granada
12/12: Granada
13/12: Bus a Managua, avión a Miami, avión a Madrid
14/12: llegamos a Madrid y otro avión a Asturias, esto se acabó



El primer dia teníamos la llegada a Managua a las 8 de la tarde, pero como en esos paises esa hora ya es muy tardía, sobretodo en una ciudad como Managua que dicen que es un poco peligrosa ya habíamos reservado por Internet un hotel y nos estaba esperando el señor y enseguidita nos fuimos a la cama.

Madrugamos y desayunamos allí mismo, vamos con la señora del hotel, que tenía que hacer la compra hasta el mercado Huembes que queda cerquita y así cambiamos dinero en el banco y después ya nos dirigimos a la terminal de los buses que parten hacia el norte y cogemos el bus a Matagalpa, que en teoría es zona fría, aunque lo será para un nicaragüense pero no para nosotros, Matagalpa es una ciudad tranquila y agradable.



Vamos en bus hasta la entrada a una finca cafetera que se llama Selva Negra, porque es de unos alemanes, es una finca cafetera y además tienen restaurante y hotel, es muy bonita, al llegar vemos en una cabaña, que en su día era una especie de albergue, muchas placas con nombres de pueblos  y ciudades de distintos lugares del mundo y entre ellos ¡sorpresa, vemos uno de mi pueblo, imaginaos un pueblo de 100 habitantes!, preguntamos al dueño y nos dice que eso estaría puesto allí desde hace unos diez años, aún hoy en día sigo indagando quien habrá podido escribirlo. Hay paseos que podemos hacer por los alrededores, vemos monos y muchos pájaros.






Como regresamos temprano a Matagalpa, decidimos irnos a Jinotega, una ciudad un poco más al norte muy tranquila, hay una peña encima del pueblo con una cruz, a donde se puede subir pero como nos dijeron que solo se tardaba media hora en llegar, nos imaginamos que el camino sería muy empinado, porque se ve muy alta, así que no nos decidimos a subir y nos fuimos a una fábrica de café y nos tomamos un café que estaba muy bueno, pero era potente y por su culpa no nos dormimos hasta muy tarde y no oímos el despertador para coger el bus directo a Somoto, así que fuimos por etapas.


Al llegar a Somoto cogimos otro bus hasta la entrada al cañón de Somoto, sin saber si tendríamos donde dormir, pero al bajarnos del bus ya nos abordó un muchacho de la casa de allí al lado y nos dijo que sí podíamos dormir en su casa y que podíamos ir con ellos al Cañón.



Un vecino, antiguo guerrillero.

 Nos prestaron una de las habitaciones de la casa y hasta pudimos lavar algo de ropa, fuimos a dar un paseo hasta el río y al volver a la casa cenamos y después estuvimos de charla con el padre de la familia que en su día fue un guerrillero sandinista, su conversación nos hace una idea de lo que pudo ser aquella época. Es un padre muy recto con los hijos, que aunque ya son mayores no les deja ni tomar cervezas, ni fumar, ni ir a bailar, son todos muy majos y la casa y la habitación donde dormimos es muy rústica.


Al día siguiente temprano hace frío, pero sol y hasta estuvimos pensando en no bajar por el cañón porque nos dicen que el agua está muy fría y tenemos que estar horas metidos en el agua pero al final nos animamos y vamos con uno de los hijos de la casa y un vecino, primero tenemos que caminar un rato por la carretera y después meternos hacia el río y bajar hasta el cañón, el agua para nosotros no es tan fría, nos ponemos unos chalecos salvavidas que nos servirán de flotador, hay bastante corriente y mucha agua, llegamos a un punto en que se estrecha el cañón y tenemos que saltar desde una roca a un punto que nos indican ellos para que no nos envuelva el remolino, y después nadar para que la corriente no nos pegue contra la roca, salimos airosos. La experiencia es muy divertida, el sitio es muy bonito, nos lo pasamos muy bien.

Bajando hacia el río

Aquí fue donde tuvimos que saltar, hay un remolino tremendo.

Una paradita al sol.

Regresamos a la casa, comemos y nos vamos en bus, otra vez a Somoto, después a Estelí y a León, llegamos de noche y como la terminal está a las afueras cogemos un taxi y vamos al centro, cogemos una habitación privada en un hostel y salimos a cenar y a tomar una copa y a la cama porque estamos muy cansados. Al día siguiente lo dedicamos a pasear por León, pero es exagerada la calor que hace y a ratos nos tenemos que esconder del sol abrasador en el hotel.



Nos vamos a Las Peñitas, un pueblo muy turístico en la costa, pero como ahora no es temporada de vacaciones en el país, está tranquilo, nos bañamos, paseamos hasta la entrada de la Isla Juan venado, la zona es muy bonita. A la tarde cae un buen chaparrón, cenamos en el restaurante del hotel donde estamos. Al día siguiente lo dedicamos a la playa y a pescar con los niños del pueblo.



Nos juntamos con otros dos turistas para hacer la excursión a la Isla Juan Venado en lancha por una entrada de mar, entre manglares, hay muchas garzas y águilas.

Me encantan los manglares




En la playa vemos varios rastros de las tortugas que fueron a desovar por la noche, los guardas de la reserva recogen los huevos para protegerlos de depredadores, aunque nos parece que los peores aquí son los bichos de dos patas, para después soltarlas al mar.


Cogemos un bus a León y otro a Managua y otro a Granada, vamos al hotel Cocibolca donde estuve yo hace 11 años, el recepcionista es el que estaba de aquella por las noches y nos dice que Carlos el dueño tal vez venga al día siguiente y así podré saludarlo y también nos dio cuenta de Roberto y Anita, unos artesanos que había conocido y que siguen por Granada, nos dice que venden en la calle La Calzada por las noches.




Granada es muy colonial y muy bonita, paseamos hasta el lago de Nicaragua, hace muchísima calor y después subimos al campanario de la iglesia de la Merced, desde donde se ve toda la ciudad, así que estamos allí un buen rato. Al llegar al hotel está Carlos y conversamos un rato con él, se le nota que prosperó, además de ampliar este hotel abrió otro más lujoso, pero nos cuenta que como se divorció la mujer se quedó con el más lujoso. Preguntamos a otro artesano por Roberto y Anita, pero ese día no está vendiendo.

Mujeres trabajando en una fábrica de tabacos.

Un entierro en Granada

Por la noche hay mucho ambiente en la Calle del hotel, la Calzada que es peatonal y está lleno de restaurantes para turistas, pero nosotros nos vamos a la pulpería de la esquina y nos tomamos unos nicalibres en compañía de Don Bernardo, como le llaman aquí, es un español de Soria que salió de España cuando la posguerra a buscarse la vida, y después de muchas peripecias está jubilado y por el momento vive en el Cocibolca con la pensión que le paga el gobierno español.


Desde el volcán se ve Granada y el Lago Nicaragua

Por la mañana temprano vamos en bus hasta la entrada al volcán Mombacho y de allí caminamos cuesta arriba durante un km y medio hasta la entrada al parque, pagamos la entrada y esperamos por el camión para subir porque se puede subir caminando los seis km pero son pincho arriba. A medio camino paramos en una hacienda cafetera, cuando llegamos al volcán nos cuentan que hay varios caminos para hacer, se camina alrededor de los cráteres del volcán, hay mucha vegetación, es muy bonito.

Cuando bajamos hasta la carretera decidimos que aún nos da tiempo a ir hasta Catarina, es un pueblo bonito que en lo alto tiene un mirador que nos sorprende al llegar arriba porque se ve abajo la Laguna de Apoyo, que es súper bonita, es el cráter de un volcán.


Bajamos para regresar a Granada y al pasar por la Calzada hacia el hotel vemos a Wilson, el artesano al que le preguntamos el día antes y ya nos indica a Roberto que nos estaba esperando, Anita está en su casa  porque tienen un bebé, Roberto es un cachondo y nos reímos un montón con él y después de darnos una ducha y de cenar nos fuimos con ellos a tomarnos unos nica libres. Nos despedimos hasta la próxima de todos ellos porque volveremos a Granada.

El puerto en San Jorge para ir a Ometepe

Nos vamos a Rivas en bus y taxi compartido a san Jorge, desde donde salen las lanchas que van a la isla de Ometepe en el Gran Lago de Nicaragua o Cocibolca, Ometepe es muy bonita, tiene forma de ocho, a cada lado tiene un volcán, el Maderas y el Concepción.



En toda la isla hay muchos petroglifos.

Y bichos raros

Llegamos a Moyogalpa y compartimos un taxi a Santo Domingo, en el extremo opuesto de la isla.
Al día siguiente como es domingo no circulan los autobuses con la misma regularidad que de lo normal y no nos podemos mover demasiado, vamos caminando hasta una hacienda que hay a los pies del Maderas, donde hay petroglifos, caminamos bastante y al bajar vemos un bus pasar y lo paramos y regresamos al hotel, nos ponemos el bañador y vamos caminando a la Presa Ojo de Agua, un sitio agradable, pero hoy por ser domingo hay bastante gente.


Urraca de cola azul, hay muchisimas en toda la isla.

¡¡¡¡Nicaragua Sandinista!!!! (¿....?)
y una Toña bien helada

Ya en el barco para cruzar el Gran Lago.

Quisiéramos estar más tiempo en Ometepe y conocer más, pero como los ferris a San Carlos solo salen los lunes y los jueves tenemos que irnos, porque quedarnos hasta el jueves perderíamos demasiados días, así que vamos en bus a Altagracia, pero aún es temprano, así que comemos en un restaurante y dejamos allí las mochilas y así podemos pasear por el pueblo, vamos en buseta al muelle donde ya compramos el boleto que es distinto para los extranjeros, cuando llega (viene de Granada) nos subimos y los turistas tenemos que ir arriba, con aire acondicionado y todo, lo bueno es que casi tocamos a viajero por banco y así podemos dormir estirados, pero nosotros nos pasamos casi toda la noche viendo las estrellas afuera y los pueblos donde paramos, el lago es enorme y muy bonito y el barco es muy rápido, la verdad es que no nos gusta nada esta historia de los gringos acá y los nicas allá, porque además aunque se quiera pagar el otro tipo de pasaje no te dejan, va por nacionalidad, es injusto.
Nuestra casita en Solentiname.

Llegamos a San Carlos a las 6 de la mañana, y por allí dando vueltas hasta la 1 que sale la panga a Solentiname, también van Manu y Bea dos madrileños que viajaban en el barco. Antes de partir el dueño de la lancha nos dice que él tiene una habitación para alquilar en la isla de San Fernando, pero no quedamos en nada con él, pero al llegar nos enseñó el sitio y Jose y yo como vemos que es muy bonito nos quedamos, los madrileños continúan en la panga hasta Mancarrón, la isla más grande de este archipiélago en medio del lago de Nicaragua, al día siguiente por la noche aparecen Manu y Bea muy agobiados porque él perdió el pasaporte, cenan con nosotros y se van a San Carlos a ver si lo encuentran con un grupo de turistas que van en una excursión organizada, nosotros seguimos allí con la familia de José y Estelvina que nos tratan muy bien, nos dedicamos a pasear por la isla, es muy bonita y hay muchas aves y es singular la luz que hay y la tranquilidad que se respira, este archipiélago es un área protegida como Monumento Nacional por su riqueza natural, cultural e histórica.

Desde nuestra ventana, una de las islas del archipiélago.

Agradables paseos...

Este es un trogón.

Queríamos ir a los Guatuzos, pero como está lejos y no hay nadie para compartir viaje, nos sale caro, así que al final no vamos. Uno de los días vamos con José y sus dos hijos a recorrer las islas y a pescar, yo voy de fotógrafa, pescan varios peces, algunos bastante grandes, Jose está feliz.



Los tres pescadores orgullosos y felices.

Después nos vamos a Mancarrón, muy bonita y sobretodo la iglesia de Ernesto Cardenal, vemos su casa y la biblioteca. El pueblo es muy tranquilo, los niños juegan y hay muchos artesanos que trabajan la madera de balsa y hacen con ella figuras de vivos colores, también hay varios pintores muy coloristas.


La pulpería de la esquina. 


Me encantan estos nidos.

Ernesto Cardenal fundó aquí en los años 60 una comunidad de artistas con la Teología de la Liberación que basa sus principios en la igualdad social y para ello estos hombres y mujeres lucharon contra la dictadura de la familia Somoza, para así establecer el sandinismo y tambien aprendieron a trabajar la madera de balsa y a pintar para ganarse la vida.


La iglesia más bonita que he visto en mi vida.

Solo hay panga dos días a la semana a San Carlos, así que a los tres días volvimos y cuando llegamos nos encontramos a Manu y a Bea, muy contentos porque habían encontrado el pasaporte y así podrían seguir sus planes de cruzar a Costa Rica, tras tres meses en Nicaragua, para seguir viajando hacia Sudamérica, nos despedimos de ellos y les recomendamos algunos lugares que no debían de perderse y nosotros nos fuimos en otra panga al Castillo, por el río San Juan, que es el desagüe del Gran Lago de Nicaragua hacia el Caribe y hace frontera con Costa Rica, coincidimos con dos neoyorquinos que viajan en bici y otro americano de Nevada, ellos también están interesados en ir a la Reserva Indio-Maíz, así que al llegar al Castillo ya contratamos la excursión para el día siguiente. Paseamos por el Castillo, es muy bonito y además tiene esa singular paz de los lugares a donde no llega la carretera y el hotel que cogimos está muy bien y tiene una terraza encima del río muy agradable, los americanos también están aquí y por la noche nos tomamos unos tragos todos juntos, son muy majos.


El pueblo del Castillo sobre el Río San Juan, lugar muy agradable y sin carros.

La terraza de nuestro hotel encima del río.

Como me gustan las hamacas...

Al día siguiente bien temprano nos vamos en panga a la reserva, el guía con el que vamos nos enseña muchas plantas medicinales, y bichos no vemos demasiados y no me extraña porque en la otra orilla del río, la parte de Costa Rica están construyendo una carretera y hay demasiado ruido. Aun así vemos ardillas, aves, ranitas rojas y monos congo (o aulladores).




Nuestros planes era llegar hasta el Caribe por el río san Juan, para después ir a Bluefields, pero nos dicen que la panga desde San Juan a Bluf está averiada y que no sale, así que decidimos regresar a San Carlos y desde allí ir en bus a El Rama, esa noche dormimos allí porque las pangas solo salen por la mañana y cuando llenan, así que al día siguiente temprano nos levantamos y hay muchísima gente que quiere viajar pero hay un montón de pangas, llegamos a Bluefields y preguntamos por los barcos a Corn Island o Islas del Maíz y nos dicen que hay pasado mañana y que si hay para ir a la laguna de Perlas pero decidimos que no vamos porque sería solo para un día, así que nos quedamos aquí, a los dos días vamos al puerto y nos dicen que no saldrá el barco a las islas porque hay temporal, que mañana sí, hasta compramos los boletos y todo, así que aquí seguimos, y llega mañana y tampoco, y la verdad es que estamos cansados de estar aquí porque no se respira demasiada seguridad porque aunque Nicaragua esté dentro de los países más seguros de toda América, la zona caribeña se sale de este ranking. Y al día siguiente tampoco, así que nos vamos al aeropuerto y compramos los billetes de avión a Corn Island y nos vamos al fin.

Corn Island son dos islas, la pequeña y la grande en el Caribe, el aeropuerto está en la grande y la pista de aterrizaje ocupa casi media isla, así que imaginaos la pequeña. Llegamos y nos dicen que por culpa del temporal tampoco salen las pangas a la isla pequeña, que es la más bonita, así que tendremos, de momento al menos, que conformarnos con la grande, el mar sigue bastante fuerte y aquí no encontramos ningún alojamiento asequible, al final nos quedamos en el hotel de unos italianos, que tienen una gran gana de conversación.

Jose se levanta temprano y va hasta el embarcadero y vuelve a buscarme porque se enteró de que sale una panga y que hay muchos turistas esperando, así que hay que apurar para tener plaza, vamos al muelle y con la reserva en la mano nos vamos a desayunar. En la panga nos empapamos porque sigue la marejada y el capitán es un fitipaldi de los mares, los saltos con las olas son tremendos, pero tuvimos suerte porque nos sentamos atrás del todo y no se notan tanto (lección aprendida de otros viajes).


Llegamos a Littel Corn Island y es muy agradable porque no hay coches, es muy pequeña, vamos hacia el otro lado de la isla, que es donde están las playas y los alojamientos más rústicos, como nos gustan, cogemos una cabañita en la playa mismo, muy guapa, nos dedicamos a holgazanear y a dar algún paseo por la isla, se está muy bien y la gente es muy agradable, paseamos metiéndonos por el pueblo y observando la vida de la gente.
 


Esta es nuestra cabañita



Y esto la vista al frente....

Otra zona de la isla




El tiempo hasta ahora estuvo muy malo y ahora va mejorando poco a poco, pero aún sigue lloviendo a ratos y a ratos sale el sol, teníamos pensado estar una semana aquí para rematar las vacaciones pero como el mar no está muy agradable decidimos cruzar el país hasta el Pacífico y al cuarto día nos vamos, pero como lo decidimos de repente no teníamos la vuelta en avión hasta Managua reservada, así que al llegar al aeropuerto de la isla grande nos dicen que no tenemos plaza hasta el día siguiente y nos tenemos que quedar, miramos por el pueblo porque no nos apetece estar alejados, y encontramos un hotel que está genial, paseamos por la playa y nos hacemos amigos de un niño que encontramos y después en el restaurante del hotel cenamos muy bien, hay mucho ambiente, están tomando y bailando, así que pedimos unas coca-colas y nos dan una nevera con hielo genial, el ron ya lo llevamos vosotros, y en la terraza de nuestra habitación con la música de fondo acabamos a gusto, así que al día siguiente nos levantamos temprano con la cabeza gorda (como dicen acá) para coger el vuelo. Desde el pueblo se cruza la pista de aterrizaje y ya se llega a la terminal sin falta de coger un taxi.

La Isla Grande también es muy bonita, pero aquí si hay carros.

Volamos a Managua, antes una parada en Bluefields, y al llegar ya fuimos a la terminal de buses para ir a San Juan del Sur, que bonito es, es un pueblo en la costa de pescadores y hoy en día dedicado al turismo, hay mucho gringo por lo que aquí los precios son un poco más caros, pero se está bien.



La primera noche dormimos en un hotel, pero además de no estar nada bien, era caro, así que al día siguiente buscamos y al final encontramos un apartamento con dos habitaciones que estaba muy bien, así que nos cambiamos. Los siguientes días los dedicamos a conocer otras playas, hay camiones que te llevan y te vuelven a traer, están preparados para los surferos, que vayan con sus tablas. Pero el agua del Pacífico en esta época está friísima, así que nos dedicamos a pasear hacia otras playas, porque a las que llegan los caminos no nos convencen demasiado, mucho gringo.




En San Juan se puede subir hasta un cristo que hay en un mirador desde donde se ve toda la bahía, la subida es dura, súper empinada, pero merece la pena.



Esperamos al penúltimo día de nuestras vacaciones para regresar a Granada, y coincide que es domingo, días en los que no hay tanta frecuencia de buses como otros días, así que aún tardamos en llegar a Granada, al día siguiente fuimos a Masaya a hacer alguna compra y ya por la tarde-noche nos tomamos unos nica libres con nuestros amigos los artesanos y nos despedimos de ellos, y también de Don Bernardo, como lo llaman aquí, la verdad es que este hombre es un personaje, les da monedas, o galletas y vasos de leche a los niños que piden por la calle, se nota que es una persona muy querida, nos contó Roberto que le compró una silla de ruedas a una señora que la necesitaba.


Al día siguiente madrugamos mucho y vemos a Bernardo que ya está pendiente de nosotros, por si nos dormíamos, así que volvemos a despedirnos de él, vamos a las busetas que salen a Managua a
las 4:30, que nos habían dicho que salía el primero, pero resulta que acaba de salir uno y el siguiente saldrá cuando llene, así que no nos queda más remedio que coger un taxi para ir al aeropuerto, vuelo a Miami (donde el poli que nos toca le mosquea que hayamos ido a Nicaragua más de un mes de vacaciones (parece que todo el mundo tiene que ir a Punta Cana o a Costa Rica....), pero sin más, otro vuelo a Madrid y otro más a Asturias, llegada a casita y mañana a currar....








13 comentarios:

  1. Hola Gema, me gustan mucho tus relatos, anímate a seguir colgando más, porque ya sé que viajas mucho y que tienes mucho que contar.

    ResponderEliminar
  2. Poco a poco, pero si, ahora que empecé, seguiré. Gracias Anónimo

    ResponderEliminar
  3. Hola Gema,

    Enhorabuena por el blog!

    Me resultaron muy interesantes tus dos primeras entradas, una sobre Nicaragua (donde vivo desde hace cinco meses) y otra sobre Perú, donde tuve la suerte de conoceros y compartir parte del viaje en barco desde Pucallpa.

    Un abrazo. Animo!

    Joan.

    http://wherethemoondoesntlie.wordpress.com/

    ResponderEliminar
  4. Hola Joan, me alegro que te haya gustado el blog, próximamente: Sur de India - 2010.
    Ya te escribiré un privado para que me cuentes que tal te va por Nicaragua con los nicas.
    Gema

    ResponderEliminar
  5. Hola Gema.

    Muchas gracias por tu blog y por compartir vivencias e información útil con nosotros.

    Te quería hacer una pregunta practica.
    He visto que cogisteis un bus de San Carlos a Rama. ¿recuerdas cuanto tardasteis?

    Muchas gracias y buenos viajes¡¡¡¡

    Ana


    ResponderEliminar
  6. Hola Ana, me alegro de que te haya gustado el blog y en especial de que le saques provecho y de que viajeis a mi Nicaragua, Nicaraguita querida.

    Ya he mirado cuanto tardamos, gogimos el bus a las 9 de la mañana y llegamos a las 4.30, aunque si tal vez te toca otro chofer la hagais mucho más rápido porque la carretera es nueva y está muy bien, pero nuestro bus iba como las tortugas. De todas formas si lo que pretendes es coger la panga para ir a Bluefields te da igual (más o menos) porque salen a partir de las 5 de la mañana, según van llenando.

    Nosotros primero estuvimos en El Castillo, para ir a San carlos tuvimos que madrugar y coger la lancha rápida, porque creo que solo hay ese autobus de las 9 de la mañana hacia El Rama y si no no llegábamos.

    ¿Algo más?, si no conoces Nicaragua verás como te encanta, disfrútalo!!!
    Gema

    ResponderEliminar
  7. Muchísimas gracias por la info.

    Asi que habría que dormir en Rama, si o si. ¿No?

    Me voy el viernes que viene. Que ganas¡¡¡¡¡¡¡

    Ana

    ResponderEliminar
  8. Sí, tendrás que dormir en El Rama si no han puesto más horarios de buses.
    Que te lo pases muy bien, y tómate un Flor de Caña a mi salud!

    Gema

    ResponderEliminar
  9. Gracias Gema.

    Ya de vuelta. Al final no fuimos a esa costa. Solo teníamos dos semanas y el tiempo pintaba malo por ahí, pero igual venimos encantados.
    Así tenemos excusa para volver.

    Saludos
    Ana

    ResponderEliminar
  10. Me alegra que hayas disfrutado de tu viaje, yo tambien quiero volver a mi Nicaragua querida.

    Gema

    ResponderEliminar
  11. Preciosas las fotos y ojalá algún día pueda hacer esos viajes con la mochila a la espalda!:)
    Suerte con los próximos.

    ResponderEliminar
  12. hola gema, he visto tus comentarios sobre cuba en el foro de lonely planet. no consigo aclararme sobre la tarjeta turística (o visado) para entrar en el país ni sobre el seguro médico. La tarjeta turística te la puedes sacar en el mismo aeropuerto de la habana como algunos me han comentado? o si o si la tienes que sacar antes de viajar? y sobre el seguro médico, vale cualquiera??? Muchas gracias por toda la información que compartes!! un saludo, clara

    ResponderEliminar
  13. Hola Clara, la tarjeta turística es obligatoria y la tienes que sacar aquí, a nosotros nos la pidieron en el aeropuerto de Asturias y despues en el de Madrid, ya sé que la Lonely Planet pone que los españoles la podemos sacar al llegar, pero es mentira. Yo cuando compre los vuelos por Internet me dieron la opción de solicitarlo y despues de darles los datos por e-mail (no hace falta mandar el pasaporte) nos llegaron en 2 días. Si eres de Madrid o de una ciudad donde haya consulado lo vas a hacer tu misma y te sale más barato.
    Al llegar al aeropuerto no nos miraron nada, ni nos pidieron ni el seguro ni la resverva de alojamiento.
    Nosotros tenemos un seguro de Maphre y les pregunté si tenían cobertura en Cuba, me dijeron que si y fue lo que llevamos.
    Y lo del alojamiento, si no tienes reserva puedes apuntar los datos de una casa particular de renta en divisas y dices que vas allí y ya está, no creo que haya más complicaciones.
    Un saludo,
    Gema

    ResponderEliminar